Aljamía se ha dedicado a dotar de inteligencia y estrategia a las marcas, sin importar si es una institución, un servicio, un producto o, incluso, una persona.
(del árabe al-´ayamiyya)
La palabra aljamía aparece documentada por primera vez en el poema de Alfonso XI de autor anónimo (1348):
Vós, escuderos, sabedes bien la aravía (e) sedes bien verdaderos de tornarla en aljamía; departides el lenguaje por castellano muy bien, levad (el) nuestro mensaje al rey moro Albohacén.